Tuesday, November 20, 2007

Una historia que parecía no acabar

Notarán que ahora me aparesco un poco más seguido, eso es porque han terminado mis pruebas el día de ayer, soy casi libre...pero he terminado con todo lo que es el colegio...
Shuuu...pensé que el final nunca llegaría, que pasarían muuuchos años más antes de yo poder decir que todo esto había acabado, pero volviendo hacia atrás, el tiempo se me pasó volando.
Aún recuerdo cuando 12 años atrás partí sola por primera vez a un lugar. Como los miraba a todos de reojo porque me parecían extraños, como el lugar se me hacía inmenso en comparación a mi casa...Eran tiempos bellos en los que no pensaba en notas ni en pruebas, mucho menos en una prueba malvada que daré en unas semanas que me llevará a la universidad...
La universidad...de pequeña ni siquiera conocía ese termino, nunca pensé que llegaría el momento en que estaría a unos pasos de estar en ella...
Me da como miedo...tal vez no me siento lista para entrar a ese "mundo"...ese mundo que es más real en comparación al que ya estoy acostumbrada...Pero será como la primera vez, partiré sola el próximo marzo (si me va bien en la innombrable :S, si no...partiré en abril a un preuniversitario xD) a un lugar que desconoceré por completo, los miraré de reojo porque se me harán viejos...pero no me daré ni cuenta otra vez y habrán pasado años y ya todo estará terminando...
Y así avanza la vida...tan rápido que ni te das cuenta de lo que va pasando, tan rápido que ni se disfruta lo que va sucediendo...pero no se puede volver atrás, vendrán tiempos nuevos que se intentarán disfrutar...La diferencia, es que estos no se volverán a olvidar :)
Falta menos ya...la otra semana es mi graduación y todo habrá terminado oficialmente....no seré más una escolar...pasaré a ser nadie o.o no estaré en el colegio, ni en el preu, ni en la universidad...seré un parásito más de mis padres :P
No sé que vendrá después...ni siquiera tengo una pequeña intuición, sólo espero que sean tiempos mejores a estos...
go go por la PSU! go go que puedo entrar a la universidad :)!
Ya está terminando esta historia y estoy a poco tiempo de comenzar a escribir un nuevo capítulo...


PS. Foto mía del anuario...ya lo quiero tener en mis manos :)

Thursday, November 15, 2007

Juegos de niños

Era una mañana como todas las mañanas, los niños iban a clases y escuchaban la lección del profesor encargado. Conversaban, reían y se burlaban de uno u otro compañero para volver a reír.
Como todos los días, a las 10, sonó el timbre del recreo. Los niños corrian y se atropellaban para poder salir de la sala e ir al patio a jugar.
Los varones jugaban a la pelota en la cancha, mientras las niñas saltaban la cuerda o cantaban rimas acompañadas con las manos.
Los maestros eran felices, los niños se mantenían tranquilos mientras ellos tomaban un café en la sala de profesores. Los niños eran felices...bueno, la mayoría.
Un pequeño solitario miraba como sus compañeros jugaban a la pelota. Él era distinto a ellos, tenía buenas notas y era un poco más bajo para su edad, usaba gafas y un corte de pelo militar, así que era de esperarse que sus pares, a esta edad, no lo quisieran demasiado.
Al pasar el tiempo, el pequeño niño se fue aislando. Intentó varias veces jugar a la pelota con los niños, pero se reían de él y no lo dejaban jugar argumentando que había que tener una estatura mínima para jugar. Se rindió con los niños y trató con las niñas, pero ellas no lo dejaban diciendo que eran cosas de niñas y sus pares varones se volvían a reir de él.
Un día nuestro bajito amigo llegó a casa llorando. Él vivía solo con su madre pues su padre había muerto hace unos cuantos años atrás producto de un accidente automovilístico. Él era muy pequeño cuando perdió a su padre, así que sólo ha tenido la figura materna.
Su madre asustada se acercó a él para consolarlo. El niño no paraba de llorar ya que su corazón estaba lleno de soledad.
La mujer lo dejó un momento solo en la habitación y regresó cinco minutos más tarde con una muñeca.

"Toma" le dijo "Mi padre me la dio a mi cuando era pequeña, te la voy a entregar para que te acompañe...piensa en ella como si me vieras a mi, ya que nunca te voy a dejar sólo". Tiernamente la madre besó a su hijo en la mejilla y continuó sus labores antes de irse a acostar.

A la mañana siguiente, el pequeño amigo fue a la escuela como todos los días. Escuchó la lección de matemática atentamente como siempre, mientras sus compañeros se burlaban y lo señalaban.
Sonó el timbre del recreo y buscó la muñeca que traía en la mochila, pero ésta ya no estaba. Se desesperó y revisó todas sus cosas, pero no la encontró. Salió de la sala y vio a sus compañeros afuera de ésta cortando los risos dorados de la muñeca.

"Toma" le dijieron entregándole su muñeca al pequeño niño "Los hombres no juegan con muñecas y no saltan la cuerda, juegan a la pelota...lástima que seas tan enano para jugar"

El pequeño volvió a llorar amargamente. Corrió al baño con su muñeca en los brazos empujando a varios de sus compañeros. Lavó su cara y ya más tranquilo, caminó lentamente a la sala de clases.
En el trayecto, vio a una niña menor que él llorando. Se acercó tímidamente hacia ella para preguntar que le había sucedido. La niña lloraba porque sus amigas saltaban la cuerda y no la dejaban jugar. El niño tuvo una idea para hacerla sonreir, le entregó su muñeca para que la acompañara. No era tan bonita como antes, pero era buena compañía.
La niña agradecida le dio un beso en la mejilla y se despidió con un "Gracias amigo" mientras brincaba contenta hacia su aula.
A la salida unas nubes negras habían inundado el ambiente, pero aunque el sol se haya ocultado, nuestro personaje se sentía satisfecho, había hecho una nueva amiga y de paso, había logrado sacarle una sonrisa.
Cuando se retiró del colegio, vio su muñeca tirada en el suelo y a la niña unos cuantos metros más allá riendo con unas niñas de su edad. El pequeño se sentía triste, tenía rabia, le dieron ganas de golpearla, pero sabía que debía controlarse.
Una a una las gotas comenzaron a caer, primero lento y luego cada vez más rápido hasta que ya no paró de llover.
Las lágrimas del pequeño se confundían con las gotas de lluvia. Miraba su muñeca en el suelo, empapada y como los últimos ratros de los risos dorados se pegaban en su cara de plástico. La recogió del suelo y la abrazó con fuerza.
La lluvia caía con más fuerza, pero a eso a él no le importaba...se sentía vacío y solo, pero él en su cabeza de niño no lo entendía, para él, sólo era pena.
De la nada, la lluvia dejó de caer sobre él, una mancha rosada cubrió su cabeza para no mojarse. Miró hacia su lado y había una niña con risos rubios que le sonreía amablemente.

"Toma" le dijo tendiéndole el paraguas "Si te mojas, te vas a enfermar. Caminamos juntos a casa?"


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No todas las personas son iguales...a veces, valoramos a quienes no se lo merecen...pero siempre hay gente que si vale ser querida...
La gente va y vuelve...y en eso, somos todos iguales...