Mi amiga la nube

Cuando el sol comienza a bajar y el calor ya no era tan insoportable, tomé mi bicicleta y salí de mi casa a un destino conocido.
Al principio del viaje saludé a mis vecinos, di un par de vueltas, saludé más gente y di otras vueltas para llegar a la avenida principal.
Crucé la calle más grande para seguir el camino y poder continuar mi viaje.
El suave viento golpeaba mi cara, ese viento de las 6 de la tarde que hace sentir como si todos los problemas volaran junto a él.
Miré al cielo y observé como las nubes formaban curiosas y llamativas figuras. Como se movian en el cielo de un lado a otro...

Mira! esa tiene forma de flor-me dije a mi misma y a mis pensamientos-Y mira la de allá, parece un árbol...y haz visto la de allá? es como si fuera un oso peluche.

El oso se acercó a mi y me tendió su mano para que la sujetara. "Sígueme" me dijo con su rostro de ternura para que no tuviera miedo.
Sin soltar la bicicleta, tomé con fuerza la mano del oso y poco a poco la bicicleta se desprendió del suelo dando incio al camino hacia el cielo.
Desde ahí, todo se veía diminuto, como pequeñas hormigas que caminan por el mundo sin notarse la diferencia la una de la otra. El mundo se veía tan pequeño, que era imposible diferenciar las cosas.

-Esa es mi casa!
-No, no lo es-me dijo el oso
-Esa de allá, es mi escuela
-No, no lo es, es la estación de bomberos
-Mira! la que camina por allá es mi madre
-No, no lo es, es la señora Chepita del pan
-Por qué todos lucen iguales?
-No son todos iguales, solo debes tener una vista más aguda para distinguirlos.

Sin pensarlo, mi manó soltó el manubrio y la bicicleta calló varios metros. "Adios!" me gritó mientras caía despidiéndose con el movimiento de sus pedales.
Después de volar unos cuantos minutos y charlar con el oso sobre la vida, llegamos a donde estaban el resto de las nubes.
La flor que había visto en un principio, hacia una ronda junto a las otras flores mientras cantaban la niña María que ha salido en el baile; y el árbol discutía acaloradamente junto al cangrejo de las últimas noticias que se habían dado en el mundo de las nubes.

-Acomódate, me dijo amablemente el oso.
-No, yo quiero brincar!-Y solté la mano del oso y brinqué por todas partes. Corrí, corrí mucho, jugué junto a las flores a la ronda y comenté las noticias con el árbol. Conciné galletas con la abuela e hice un pastel con el pez. Brinqué con todas las energías que quedaban y luego me dejé caer sobre la suavidad de las nubes. Miré hacia arriba buscando el cielo, pero, dónde está el cielo?.

-Cómo lo llamo ahora? arriba?-el arriba se veía muy curioso. Las tonalidades de azules, rojos y lilas le daban un aspecto casi mágico. Desde ahí se podían ver las estrellas que brillaban y formaban figuras igual de curiosas que la de las nubes-Mira! aquellas estrellas forman una persona...las de allá, otro oso-pero este oso no me tendió la mano, se quedó ahí jugando con la persona que se veía en las estrellas sin importarle mi presencia.

-Al menos ya tocaste el cielo-me dijo el oso-me reemplazarás por ese otro?
-Ese oso no me quiere...algún día jugaré con las estrellas como he jugado con ustedes?
-Tal vez
-Eso me da una esperanza...

La bicicleta subió al cielo y se acercó a mi. Me dijo con pena que ya era hora de regresar, que me subiera a ella para continuar nuestro camino.
Desde lejos, me despedí de todos mis nuevos amigos nubes, les dije que los vendría a visitar en algún momentó y me subí a la bicicleta que lentamente me llevó de regreso a la tierra.

-Cuidado!-me gritó una señora a la que casi atropellé-A que lugares dejas volar tu imaginación que no te concentras en lo que estás? Aterriza niña, este es tu lugar. Bienvenida a la tierra...

Bienvenida? No sé si fue un alivio o una pena haber regresado a la Tierra. Tal vez algún día juegue con las nubes en el cielo y tal vez, si gano el cariño del oso de estrellas, pueda jugar con él y las otras estrellas.
Tal vez algún día pueda tocar el cielo...
Tal vez algún día pueda tocar las estrellas...
Tal vez algún día...todos estos sueños y fantasías se hagan realidad...

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Cosas que pasan por la mente de una niña con faringitis
No sé que me ha dado y que me gusta ver el cielo...
Y las estrellas...

Y chan chan (8) D: